El Masaje Infantil
Lo que todos los padres desean es que su hijo crezca feliz y sano. Os proponemos una experiencia dulce y amorosa que facilitará el crecimiento armonioso con vuestro pequeño.
Es algo tan sencillo como los masajes cariñosos que los papás y las mamás podéis regalar a vuestro hijo.
Animo!! Unas pocas sesiones son suficientes para descubrir el arte del masaje infantil.
¿Qué es el masaje Infantil?
El masaje infantil es una antigua tradición que aún se mantiene en muchas culturas y que ha sido redescubierta en occidente.
Ayuda a intensificar la relación afectiva entre padres/cuidadores y el niño/a y facilita dedicarle un momento de:
"ATENCIÓN, RESPETO Y COMUNICACIÓN"
El masaje es uno de los más agradables y naturales medios para establecer y nutrir este primer contacto afectivo.
Muchos estudios - y también el sentido común- revelan que el contacto táctil afectivo en los primeros años de vida de un niño/a es de vital importancia para su posterior desarrollo.
Sus Beneficios
El masaje infantil aporta beneficios tanto a los bebés, niños/as más mayores, como a sus padres y madres.
- Estimulación de los sistemas neurológico, respiratorio, inmunológico, circulatorio, endocrino y gastrointestinal -mejora el malestar producido por gases y cólicos.
- Ayuda a la relajación y la liberación de tensiones producidas por las novedades diarias y la sobrecarga de estímulos con los que se encuentra el niño.
- Intensifica la interacción-comunicación entre el bebé y las personas de su entorno, proporcionando una atención más ajustada a las necesidades de cada niño.
- Permite escuchar y adaptarse a cada niño.
- El masaje infantil facilita los vínculos afectivos porque incluye los elementos principales para establecerlos: contacto con la mirada, contacto piel a piel, sonrisas, sonidos, abrazos, caricias, olor….aumentando la calidad de la intimidad entre padres/madres y sus hijos.
El Arte del Masaje Infantil
El masaje infantil es un arte que invita a la comunicación entre padres e hijos. La extrema sensibilidad del órgano más grande de nuestro cuerpo, la piel, nos ofrece un número ilimitado de sensaciones que en más de una ocasión serán portadoras de valiosos mensajes.
A través del sentido del tacto podemos estrechar la relación con nuestros hijos, transmitiéndoles afecto y seguridad y aliviarles de sus desasosiegos.
El masaje puede convertirse en una manera más de alimentar a nuestros pequeños. Una nutrición afectiva elaborada con el calor y el contacto humanos y, basada en unos ingredientes que estarán presentes a lo largo de nuestras vidas en común: el amor, la comprensión, el apoyo y el respeto.
El estrecho contacto piel a piel que supone el masaje nos dará la oportunidad de dedicar al bebé un espacio que amplíe la comunicación; el hecho de permanecer a la escucha de su lenguaje no verbal desarrollará en nosotros cualidades especiales para conocer y atender mejor las necesidades de nuestro hijo. No sólo su desarrollo físico se verá favorecido, también su desarrollo emocional será más completo y positivo si desde pequeño se habitúa al contacto físico con sus seres queridos.
Los bebes aunque no pueden expresarlo con palabras, también se sienten cansados, solos o nerviosos. En esos momentos, el simple contacto de nuestras manos le transmitirá apoyo y atención y actuará de manera milagrosa sobre su organismo. Un buen día nos sorprenderán cuando nos pidan un masaje con sus propias palabras y nosotros sabremos que esa es su manera de decirnos que quieren sentirnos cerca.
Manos Abiertas y Corazones Abiertos
El trato con un bebé transforma a los adultos. En lugar del diálogo verbal que domina la vida corriente, se practica la comunicación táctil. Cuanto más claro tengamos los padres que cada contacto es, para el niño una expresión de la relación que nos une con él, más cuidado pondremos al tocarlo, incluso en las manipulaciones cotidianas con el bebé.
Para la piel del bebé el masaje diario es como un alimento; al mismo tiempo el adulto aprende a conceder más importancia a este componente táctil de la relación y a distinguir él mismo su eficacia profunda.
Cuando damos un masaje con regularidad al bebé nuestra conciencia cambia, las manos se vuelven más abiertas y sensibles incluso para otras actividades cotidianas. Al cambiar los pañales, al vestir al niño, también entablamos un diálogo con él. Puestos de este modo en contacto con nuestro bebé ampliamos nuestro propios recursos perceptivos y expresivos. La vida con él nos aporta una experiencia vital y única en términos de conocimiento de uno mismo.
El Juego Heurístico
El juego heurístico, es una actividad sistematizada, por Elinor Goldschmied, en la cual un grupo de niños y niñas combinan libremente objetos, explorando las posibilidades de los mismos, descubriendo sus características, adquiriendo nociones de volumen, color, temperatura, texturas etc,. Y al final los recogen haciendo clasificaciones.
Jugarán con ellos, pero no son juguetes comerciales. Estos objetos en la medida de lo posible van siendo aportados por los padres/madres, algunos son de deshecho y otros comprados. Se trata de conseguir una situación de juego, en la que se invita al niños/a a preguntarse:
¿Qué puedo hacer con esto?
Podemos considerar que el juego heurístico supone una continuación del cesto de los tesoros, realizado en el curso anterior, en donde los niños/as se realizaban la siguiente pregunta: "¿Qué es esto?"
En la CU CU TAS TAS pretendemos llevar a cabo una metodología constructivista, debido a esto, nos parece fundamental el juego heurístico, por:
- El niño es el protagonista de su propio aprendizaje, es él quien investiga, (en el juego heurístico, solo), y a veces con sus compañeros.
- Se parte del interés de los niños, ofreciéndole materiales que sean atractivos para ellos, que les motiven e inviten a explorarlos, no teniendo una funcionalidad determinada, pudiendo tener por tanto diferentes usos, fomentado su creatividad y el desarrollo de su pensamiento divergente.
- El juego heurístico nos ayuda a estructurar, relacionar, y fijar, mejor los contenidos a aprender. Mediante esta metodología, los niños/as van manipulando los objetos, descubriendo sus características, observando los cambios que se van produciendo, y las consecuencias de sus acciones. Van realizando descubrimientos constantes sobre el comportamiento de los objetos y las leyes de la naturaleza. Construyendo así su propio aprendizaje.
- Es importante tener en cuenta la colaboración y participación de las familias en cuanto a la aportación del material, siendo más rico cuanto mayor sea su implicación.
Alguno de los principales objetivos que se consigue con el juego heurístico son:
- Investigar, experimentar, hacer sus hipótesis a través la manipulación del material.
- Percibir a través de los sentidos una gran cantidad de experiencias e información del entorno.
- Adquirir nuevos conocimientos a través de su propia acción.
El Cesto de los tesoros
Es una actividad destinada a los niños de 6 a 12 meses. En esta edad pueden estar sentados, pero no se desplazan. Se utiliza un cesto de mimbre con objetos de uso cotidiano, escogidos con la finalidad de proporcionar estímulos y experiencias a los cinco sentidos de los niños, y del movimiento del cuerpo. Son objetos que pueden encontrar por casa, no comerciales.
Desarrolla la capacidad de coordinar ojo-mano-boca. Se lleva el objeto a la boca para conocerlo, y mientras lo chupa, piensa: ¿Qué es esto? Facilita poder acceder a todo aquello que le interesa y por tanto favorece la curiosidad innata. Aprende solo y por él mismo; el adulto debe observarle para darle seguridad y confianza.
¿Cómo se organiza?
Los objetos se escogen por sus cualidades, y se ponen en el cesto de unos 35 cm. de diámetro y 8 de altura. Se llena con un mínimo de 60 objetos. La selección de los materiales se hará con objetivos creativos y renovadores. Se presentará de manera atractiva. Es un rincón estable, sobre una alfombra. Alrededor de ella podrán jugar como máximo tres niños a la vez, para que puedan acceder fácilmente con las manos.
Los objetos del cesto ayudan a los pequeños a establecer los primeros contactos, comunicaciones, interés entre ellos a través del juego. Son auténticas herramientas de aprendizaje.
Esta actividad se prepara con interés y para ello se necesita la colaboración de todos los miembros del equipo, y pensar la manera de colaboración con los padres.
Para la renovación del material se tienen que tener en cuenta las preferencias de los niños. Se dejarán objetos anteriores que les servirán como puntos de referencia, y los incorporados serán nuevos estímulos. Se tienen que limpiar diariamente y mantenerlos en buen estado. El adulto debe quedarse cerca de los niños observando el juego, dándoles seguridad con su mirada.
Los objetos
El propósito de esta actividad es despertar el máximo de sentidos:
- El tacto: forma, textura, peso, temperatura, a través del descubrimiento de la mano.
- El olor: variedad de olores.
- El gusto: la variedad no será limitada.
- El sonido: percusión, fricción, crujidos, ausencia de sonido.
- La vista: color, dimensiones interesantes, forma, luminosidad.
No contiene objetos comerciales, ni de plástico, nada más aportan variedad y color, la gamma más amplia de experiencias sensoriales.
Los objetos pueden ser:
- Objetos naturales: piedras, cáscaras, manzanas...
- Objetos de materiales naturales: pelota de lana, flauta de caña, pinceles...
- Objetos de madera: cajas pequeñas, carretes, bobinas de hilo, mortero...
- Objetos de metal: cucharas, latas, anillas, triángulos...
- Objetos de piel: goma, ropa, goma: monedero, bolsa de piel, cremalleras, trozos de goma...
- Objetos de papel y cartón: libreta, tubos, papel de vidrio...
- Objetos de vidrio: botellas de perfume, espejos, collares de bolas...
El juego de los pequeños con los objetos
La gran variedad de objetos, permite al niño jugar con tranquilidad, ocupado y concentrado durante largos ratos. El profesor decidirá cual es el lugar de la sala idóneo para la evolución del juego.
El niño goza de las sensaciones que le provocan los objetos. Su curiosidad y sus descubrimientos hacen que se llene de satisfacciones. Va aprendiendo a escoger y a decidir que es lo que quiere hacer, tiene gran necesidad por probar la consistencia de las cosas: coge los objetos los muerde, los chupa, los manipula, los observa, los escucha, los apila, los huele, etc. participa todo su cuerpo.