Recursos, canciones y juegos
Acabamos de inaugurar un espacio en nuestra web, exclusivo para los bebés, paro los más pequeños.
Estamos en un tiempo de reflexión, en un tiempo de tomar conciencia y de observación.
Una de las cosas que nos ha llamado la atención, es la gran cantidad de actividades o propuestas de actividad que se muestran en las webs de centros educativos o en las redes para los niños del primer ciclo de infantil para los niños más mayores... pero, no podemos olvidar, que en las escuelitas también los bebés tiene una programación y se llevan a cabo actividades en las que el sistema de actitudes de la educadora o del educador ha de ser la herramienta principal.
La escucha, el ajuste, el lenguaje , la mirada periférica… y, por supuesto la ternura. Como educadores debemos de tener la humildad necesaria como para ser consciente de que somos simples teloneros y a la vez testigos de la maravilla de la transformación... de acompañar procesos, de sentir el momento evolutivo en el que se encuentran, y de aceptar que los bebés eligen si la propuesta es realmente interesante o no se ajusta a lo que ellos necesitan.
Es esta una etapa marsupial, que el niño necesita vivir (no es recomendable, es necesario) de una forma respetuosa y ajustada. Se habla mucho de la estimulación precoz, y de cuanto antes mejor…pero se está pasando por alto la necesidad real del niño.
Un bebé necesita brazos, abrazos, contacto, de los cambios de presión en su cuerpo, de vivir la gravedad en seguridad, del balanceo... (él se gestó en esa información, en ese lugar maravilloso, en ese espacio de seguridad profunda que era el vientre de mamá).
Escuchar a los niños y las niñas pequeños y entenderlos cuando aún no se expresan por medio de la palabra. Saber responder a sus solicitudes en la medida adecuada, dando prioridad a acoger las iniciativas del niño antes que satisfacer el deseo del adulto, en la relación mutua. Respetar su intimidad y tener en cuenta sus demandas, sobre todo por lo que al contacto físico se refiere, en las actividades de la vida cotidiana, la higiene, el vestir. Creer en sus capacidades de crecer y adquirir autónomamente las posturas y los movimientos esenciales para la vida. Valorar la autonomía, no como la adquisición de un aprendizaje precoz, sino como la capacidad de asumir la responsabilidad de los propios actos iniciados por el niño sin intervención directa del adulto.
Los bebés, como personas recién llegadas a este mundo tienen un abanico inmenso de posibilidades para vivir experiencias, crecer, desarrollarse y los padres tenemos frente a nosotros una tarea tan compleja como maravillosa, acompañarles en ese camino, acompañar desde el respeto, desde la paciencia y la confianza, y esto no es tarea fácil.
Una de nuestras propuestas para nuestros bebés, además de organizar el espacio para que ellos mismos puedan ir descubriendo sus posibilidades son: LOS JUEGOS DE FALDAS y las CANCIONES DE ARRULLO
Gracias a este tipo de juegos y canciones los bebés laboran la atención, sienten el compás y escuchan palabras que en un primer momento son simples sonidos, pero que se instala en su mundo emocional.
Son canciones tradicionales en las que se combina el ritmo y las onomatopeyas con el movimiento. El bebé percibe a su mamá a través de ellos colocado en sus faldas.
Estos juegos, que podemos incluir dentro de los juegos de seguridad profunda, favorecen el aprendizaje de los vocablos gracias a la repetición, se trabaja la anticipación y la atención en un momento placentero de escucha activa.
Estos juegos permiten disfrutar de los primeros sonidos del habla humana, que son las palabras y frases y construir mensajes que dan la posibilidad de acceder a la comunicación verbal.
Al mismo tiempo introducimos el humor y la ironía que son las bases de un pensamiento crítico y del razonamiento verbal.
No es casualidad la postura que se toma en esos juegos, el adulto recoge al niño y le canta mirándole a los ojos, y el bebe, recibe una información que va directamente a su alma... "te veo, y para mi eres importante"”" conectamos con su humanidad y ellos con la nuestra, reforzando el vínculo de apego.
Las canciones de arrullo acompañan y animan los juegos de falda, que son todos los que se llevan a cabo en ese lugar privilegiado. Estas canciones y estos juegos suelen ser tradicionales, que han pasado de madres a hijos, pero también pueden ser improvisaciones del momento.
